martes, 9 de febrero de 2016

MOSQUITO


    Siempre tuve la sensación de que el mosquito, además de ser uno de los bichos más impertinentes y molestos, tenía un coeficiente intelectual similar al de su tamaño. Una duda me intimida; observando su genoma son muy parecidos a los humanos, con una diferencia: nosotros existimos desde aproximadamente 50.000 años, ellos desde más de 200 millones. 

En esta sofocante tarde de verano una obstinada sospecha ronda mi cerebro y no se despega; ¿serán de verdad más inteligentes que nosotros?. Una posibilidad nada descartable si tenemos en cuenta el porcentaje de necedad que posee nuestra especie.
Los machos se alimentan de jugos vegetales. Las hembras son las que pican. Necesitan nuestra sangre para poder crear huevos. El dióxido de carbono y el ácido láctico de nuestro sudor. Al picarnos inyectan en nuestro organismo un anticoagulante y un analgésico – cuyo efecto, lamentablemente, dura poco tiempo; agradecido detalle que no las exime de nuestra cólera. 

Aunque sea doloroso admitirlo, su vida es mucho más corta que la nuestra pero su inteligencia no. 

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