Dicen mis envidiosos, los eruditos
que soy un número chiquitito
facilongo, sencillito, rapidito
como de chalet adosadito
que hago rima de parvulario
como de claustro y escapulario
un orfanato abecedario
polvo de diccionario
poemillas sin cochinilla
sin grano, sin espinilla
sin corteza, sin acento
escaseados de pigmento.
Pues calmaditas las corbatitas
no se me pongan ilustraditos
ni doctoraditos ni encuadernaditos
que esto se lleva suavecito
lo mío no es lírica enciclopédica
ni estatutárica, así,
como de concesionario
como de polilla de armario.
Lo mío muchachos
es puro verso guaracho
trago de dromedario
de tabernario estrafalario.
Mi prédica es sana
como el zumo de manzana
mis recetarios, naturales
sin colorantes artificiales
to cocinaíco al momento
suculento
con temperamento
como culantro y pimiento
ya les digo:
no mamen
no se me encaramen,
cuanto más ruge la jauría
mejor fluye mi homilía
allá ellos con sus mamadas
sus parrafadas
y sus lamentos,
sus reglamentos
sus fundamentos
y mandamientos
esa hojarasca
la barre el viento…
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