La vi doblar. Corrí hacia ella. Ya no estaba allí, se había
desplazado otros 50 metros.
Realicé un segundo intento de persecución, sucedió lo mismo.
Si bien te deparan alguna sorpresa de vez en cuando, correr detrás de las esquinas es bastante aburrido. Si por lo menos en algún instante se quedasen quietas.
Realicé un segundo intento de persecución, sucedió lo mismo.
Si bien te deparan alguna sorpresa de vez en cuando, correr detrás de las esquinas es bastante aburrido. Si por lo menos en algún instante se quedasen quietas.
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