Abro la ventana. Vislumbro las hojas rojas del arce en el jardín.
Por encima de su copa los tejados de las casas vecinas, el humo
acogedor de sus chimeneas. En ese mismo instante, un pájaro de
metal despega hacia el sur. Escucho en la lejanía el traqueteo de un
tren arropando la tarde con su acorde. En el sendero fosforecen,
sobre la hoja tendida, los crisantemos. En el firmamento un par de
nubes coronando su paseo vespertino. Estoy asomado a la gratitud
de noviembre, donde la naturaleza transforma su vestuario
veraniego en una acolchada alfombra de invierno.
Noviembre: el mes más travesti del año.
Noviembre: el mes más travesti del año.
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