DICEN MIS AMIGOS

C.

Me balanceo en una frágil y exigua paz interior.

Estoy en guerra con mis entrañas y a trallazos

con mis demonios. Busco un halo de luz y solo 

encuentro terraplenes de piedras. Trato de desconectar,

a tientas, ...pero no encuentro ningún interruptor.

Al.

¿Y que haría yo acariciando por placer un cuerpo 

al que no amo, o poseyendo a quien no me pertenece?.

¿Que encontraría en la colonización de un ser ajeno

si no caminamos en la misma dirección?

Creo que eligo, creo vivir de mis intuiciones, aunque no

me dejen de irritar mis convicciones.

Re.

Tengo miedo a los aviones por temor al regreso.

Tengo miedo a volver a donde nunca logré irme.

Tengo miedo de que la palabra amor se convierta

en la unión de dos vocales y dos estúpidos.

Quien condena al amor a un cúmulo de visitas nocturnas

con amaneceres apurados lo deshonra cabalmente.

Quien le pone horarios, días, momentos, posiciones 

y ausencias, termina convirtiéndolo en un envase lleno

de falsas ilusiones que posee una fecha de vencimiento

al reverso.

Amar es tolerar y no acostumbrar.

Amar es escuchar, razonar y no imponer nuestros 

criterios sagrados y eternos como una parte del viejo

testamento.