un dulce se tambalea
sobre la balda de formica
buscando un beso
Oye mi negra
que sabroso está el puerco
ese que abrasan
mareandolo
voy a enjuagarlo
con unas preciosas
lágrimas de ron
oye mi negra
y a dormir risueños
secuestrando entre las sábanas
el amor
Coloreo huesos
resucito historias
enciendo sombras
de la memoria
Elegancia y dulzura
pellizcando el corazón
gotas de pasión
fogonazos de ternura
insinuación permanente
hacia la vida
condenando a un triunfo
a quien te admira
Con café me acuesto
y con café me levanto
con café tuesto la vida
y el bostezar espanto
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