martes, 22 de abril de 2008

HOMEOPATÍA


La aldaba de la despensa abierta
un dulce se tambalea
sobre la balda de formica
buscando un beso



Oye mi negra
que sabroso está el puerco
ese que abrasan
mareandolo

voy a enjuagarlo
con unas preciosas 
lágrimas de ron

oye mi negra
y a dormir risueños
secuestrando entre las sábanas
el amor



Coloreo huesos
resucito historias
enciendo sombras
de la memoria



Elegancia y dulzura
pellizcando el corazón

gotas de pasión 
fogonazos de ternura

insinuación permanente
hacia la vida

condenando a un triunfo
a quien te admira



Con café me acuesto 
y con café me levanto
con café tuesto la vida
y el bostezar espanto 

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