domingo, 4 de diciembre de 2016
META
De cualquier modo, si a alguien todo esto,
este dilema anterior, le suena a chino
o a enajenación mental prehistórica,
propongo otra opción más dinámica:
"La búsqueda de otra meta"
¡incorporarnos a una maratón!,
¡42.195 m. de atrevimiento y desafío!.
A día de hoy todavía me hago
una pregunta inmortal y fatigosa:
¿Para qué semejante calvario?.
Si además, la línea de meta,
esa bella cintita de plástico,
ya la destrozó el primero que la cruzó.
Dice un fragmento de una copla flamenca:
"Deseando una cosa parece un mundo,
luego que se consigue tan solo es humo".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario