Los tipos se estaban enganchando, aquello olía a trifulca
inmediata. Uno de ellos, como poseído por un poder desorbitante,
arropado por un subidón de adrenalina capaz de provocar en
décimas de segundo una transformación portentosa, le espetó al de
menor encaje: *"te voy a dejarte la sonrisa eterna".
Cuando me explicaron el significado de semejante romance en
Chile, encontré sabia la decisión del bajito. Girando sobre sus
talones e ignorando el desafío guerrillero del omnipotente
grandullón, se acercó a la barra e invitó a "Pisco Sour" a todos los
presentes. Un trago podría ayudar a relajar la situación o reventarla
entera; era una técnica arriesgada pero la única con posibilidad de
éxito. Cualquier otro intento de escape de semejante barahúnda
hubiese acabado en un hospital o con el boliche patas arriba.
* Pregunte a sus amigos chilenos

No hay comentarios:
Publicar un comentario